El porqué de que existan por qué, porque y por que

A estas alturas de la vida, habremos sido muchos (si no todos) los que, en al menos una ocasión, hayamos frenado nuestros dedos sobre el teclado, o el bolígrafo sobre el folio, para pensar durante una fracción de segundo (o durante muchas fracciones de segundo): «¿aquí va “por qué” o “porqué”?», «¿debo escribir “porque” o “por que”?».

Si te has molestado contigo mismo por tener una duda así, que sepas que no estás solo. Estas son vacilaciones ortográficas de lo más cotidianas. Y lo digo porque me he topado con muchas a lo largo de variadas lecturas. Donde abundan, claro está, es en los textos más cotidianos: correos electrónicos, mensajes de texto, artículos en páginas web y blogs…

Vayamos al grano, solucionemos estos quebraderos de cabeza:

Porqué: se trata de un sustantivo masculino con el significado de «motivo». Se usa precedido de determinante y tiene forma de plural. Un truquillo útil es que se puede sustituir por el «motivo»: Necesito entender el porqué de tu enfado (Necesito entender el motivo de tu enfado).

Por qué: se trata de una secuencia, compuesta por la preposición «por» y el interrogativo «qué». Con ella interrogamos acerca de la causa o el medio, y puede utilizarse en estilo directo o indirecto (con o sin signos de interrogación): ¿Por qué no asististe a la reunión? Nadie supo por qué canceló su viaje. 

Porque: es una conjunción con la que se introduce la explicación de una causa: Están parados en la autovía porque hubo un accidente

Por que: se puede utilizar en dos situaciones diferentes: 

• Cuando, entre ambas palabras, siempre cabe la posibilidad de intercalar el artículo masculino o femenino: Ese no es el verdadero motivo por (el) que te dije que vinieras

• Cuando la preposición la exige el verbo, un sustantivo o un adjetivo: Se preocupa por que sus hijos estudien. Un truquillo en caso de duda: prueba a sustituir el «que» y todo lo que sucede por «eso»: Se preocupa por eso.

Espero que esto haya arrojado luz suficiente sobre estas dudas que pueden aparecer por sorpresa cuando alguien se pone a escribir. No hay por qué preocuparse, porque es fácil vencerlas; el porqué del temor por que a veces fallamos queda aplacado con estas sencillas explicaciones.

2 Comentarios
  • Àngels Molina Gorostazu
    Publicado a las 13:49h, 19 febrero Responder

    Súper útil, y muy bien explicado. Me lo voy a poner al ladito cuando escriba el blog pq es mi gran duda siempre

    • Admin
      Publicado a las 11:20h, 05 marzo Responder

      Muchas gracias, Àngels. Me alegro de que la publicación pueda ser de utilidad. ¡Saludos!

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